El Orange County SC sufrió su primera derrota de la temporada al caer 0-3 ante Monterey Bay FC en el Championship Stadium. Una noche fría en lo anímico, con un marcador que no refleja del todo el esfuerzo, pero sí deja una lección importante para lo que viene.
El primer tiempo fue parejo. Ryan Doghman generó peligro con un disparo al minuto 17 y Colin Shutler salvó al equipo con buenas atajadas. Se peleó, se presionó, se intentó. El equipo mostró intensidad, pero no logró concretar las llegadas. Nos fuimos al descanso con el marcador en ceros.
El segundo tiempo fue otra historia. El visitante salió más fino, más contundente. Al 60’, Ilijah Paul abrió el marcador y, cinco minutos después, vino una jugada que cambió el rumbo del partido: tarjeta roja para Doghman por una patada alta. Con un hombre menos, se hizo cuesta arriba. Paul aprovechó al 74’ para marcar su segundo y, en el 90’, Luke Ivanovic sentenció el 0-3 definitivo.
¿Duele? Claro que sí. Pero esto no puede desanimar a la afición. Es el primer golpe de la temporada y mejor que llegue ahora, cuando hay tiempo para ajustar, aprender y volver más fuertes. Este equipo tiene talento, tiene corazón y tiene con qué competir.
Sabemos que este equipo es ofensivo, que se vive al límite. Si nos meten dos, tenemos que meter tres. No somos un equipo de especular, somos un equipo de ir al frente, de proponer, de jugar con personalidad. A veces eso te deja expuesto, y eso pasó hoy. Pero también es lo que hace grande a este equipo.
Se viene una semana de descanso y después el viaje a Las Vegas. Es momento de cerrar filas, ajustar lo que se tenga que ajustar y salir a recuperar puntos. A la afición, gracias por estar. En las buenas, y también en estas
By @CesarTadeo de @informativo_deportes